NJN #022 La Salida de Balón - Parte 2
Hay muchos mitos alrededor de las ideas del juego de posición. Hay más mitos aún alrededor de las ideas asociadas a la salida de balón.
Uno de las principales fábulas es que “es muy complicado” o que “necesitas jugadores con buen pie para jugar así”.
Les aseguro que no es así. Solo necesitamos es tener claros algunos conceptos, construirnos como equipo a partir de ciertas convicciones y lo más difícil de encontrar: tiempo.
Como me dijo un amigo hace poco: se trata de alcanzar la “simplejidad”.
Hoy quiero compartir con ustedes algunos ejemplos de salida de balón del equipo del que fui parte en 2021: Independiente Juniors, filial de Independiente del Valle.
En la primera entrega dedicada a la salida de balón mencioné que es necesario hacernos algunas preguntas antes de decidir por qué camino intentaríamos llevar a nuestro equipo. Hablamos no sólo de la SdB sino del juego en general.
Las preguntas eran:
¿Por qué?
¿Para qué?
¿Con quiénes?
¿Cómo?
Aquel Independiente Juniors de 2021 jugaba muy bien al fútbol. Al menos, jugaba de una forma con la que todos nos sentíamos identificados. Todos sabíamos, queríamos y podíamos jugar de aquella manera y estábamos dispuestos a hacerlo en cualquier cancha, estuviera quien estuviera enfrente.
Sería muy fácil encontrar cientos de cortes con salidas de balón bonitas de este equipo, pero no tendría sentido hacerlo sin antes responder a las 4 preguntas que propuse anteriormente de la manera que lo hicimos con todo el cuerpo técnico antes de iniciar aquella temporada 2021.
Así que, ahí voy:
¿Por qué?
Porque es el juego que sentíamos como propio.
Porque jugar de esta manera forma parte de la narrativa de aquel club.
Porque en aquel entonces entendíamos que la salida de balón en corto promueve la empatía y la solidaridad entre los integrantes del equipo generando unos sólidos vínculos afectivos.
Porque partíamos de la convicción de que este juego nos acercaba a la victoria y nos mejoraba como personas, entrenadores y jugadores.
¿Para qué?
Para ir superando adversarios de forma sincrónica.
Para ir avanzando juntos a través del campo.
Para poder asentarnos en campo contrario.
Para vivir lo más próximos posible de la portería contraria y aumentar nuestra probabilidad de marcar gol.
Para perder el balón lo más alejados posible de nuestra portería, estando lo más cerca posible los unos de los otros y así intentar recuperar el balón de inmediato o, en su defecto, dificultar el avance adversario hacia nuestra portería.
¿Con quiénes?
Jugadores atrevidos y alegres dispuestos a jugar el juego sin voluntad de especular.
Individuos con un fuerte sentimiento de identificación con este juego y con la propuesta del club.
Personas con capacidades coordinativas, comunicativas y socioafectivas tales que podrían establecer vínculos que permitirían relacionarse con el juego de manera eficaz y eficiente de acuerdo a las intenciones colectivas previas.
¿Cómo?
Interpretando lo que plantea el adversario desde nuestras intenciones, criterios y referencias. Sin el adversario no hay juego.
Promoviendo, a través de las situaciones de entrenamiento, un reconocimiento de ciertos conceptos que actúan como elementos que ordenan la comunicación no verbal en esa intra e intercomunicación.
Favoreciendo, a través de la práctica diaria, un ecosistema en el cual cada integrante del equipo sea consciente de sus posibilidades de acción y sea capaz de sentir e intuir las posibilidades de acción de cada uno de sus compañeros a lo largo de cada episodio de juego.
Generando una narrativa propia consecuente con los valores e identidad del club, del equipo y con el juego que pretendemos llevar a cabo.
Los seres humanos no somos objetivos. Partimos desde posiciones sesgadas. Siempre nos basamos en ciertas asunciones. Nos ordenan. Nos ayudan a definir prioridades. Nos asisten a la hora de distinguir lo esencial de lo prescindible.
Por eso, cuando hablamos de la SdB o hablamos del juego en general, lo hacemos desde una perspectiva personal.
En mi caso, estos son los elementos que me llevan a inclinarme hacia salidas de balón con la pelota jugada por abajo y en corto:
Ir eliminando oponentes de manera ordenada.
Viajar juntos, manteniendo distancias de relación cortas siempre que sea posible.
Asentarnos en campo contrario.
Estas ideas de las que les hablo no constituyen un "modelo de juego". No generan rigidez ni fricción. Son intenciones, referencias y criterios que permiten que el equipo se auto organice en su intra e intercomunicación. Es decir, a lo largo del juego.
¿Es esta la única forma de salir? Desde luego que no. Es la que más me gusta a mí por una serie de motivos que desarrollaré en el próximo newsletter.
¿Y qué pasaría, Camilo, si el equipo rival decide marcar mano a mano en la salida de balón? Interesante. Está muy de moda que algunos equipos intenten presionar alto y mano a mano, lo sé. También lo trataré en la próxima entrega de Nuestro Juego.
Lo que tengo muy claro es que los organismos que sobreviven al paso del tiempo y eluden la extinción son aquellos capaces de adaptarse a las modificaciones del ambiente.
Lo dejo por aquí.
Gracias a todas y a todos por estar.
Un fuerte abrazo,
Camilo