Como alguna vez he mencionado, me formé como entrenador en Barcelona. Entre los años 2016 y 2018 trabajé para el FC Barcelona, a través de la FCB Escola, hoy llamada Barça Academy.
Soy de las personas que creen en la importancia del contexto a la hora de configurarnos. A partir de él generamos relaciones e interacciones con otras personas. Si realmente lo deseamos, esas relaciones estimulan nuestra curiosidad y nos llevan a aprender cosas que de otra manera jamás habríamos aprendido.
Una charla. Un café. Un nombre de un libro o un autor que suena. Te quedas con el nombre. Llegas a casa. Lo googleas. Es el paso previo a entrar en un agujero de gusano del cual sales siendo una persona distinta de la que eras antes. Transformado.
Por eso, realmente creo que no soy mejor ni peor que nadie. Simplemente he tenido la suerte de haber estado en el lugar indicado en el momento preciso.
Si acaso he tenido una virtud, ha sido la de estar dispuesto a dejarme sorprender y maravillar por lo que otras personas me han mostrado. Sin expectativas. En muchas ocasiones siendo vulnerable y abriendo la puerta a algunas magulladuras en mi vanidad y en mi ego.
Me parece un precio más que razonable por todo lo que he recibido a cambio.
“Todo el mundo tiene algo que decir acerca de los rondos. En ocasiones, se habla desde una posición de prejuicio y de ignorancia”.
Vivimos en un constante estado de crispación. Nos polarizamos. O, mejor dicho, nos polarizan. Así, nos vemos obligados a tener una opinión acerca de todos y de todo.
Los famosos rondos no escapan a esta realidad. Todo el mundo tiene algo que decir acerca de ellos. Y, disculpen si parezco arrogante, creo que en muchas ocasiones se habla desde una posición de prejuicio y de ignorancia.
¿Yo soy una autoridad acerca de los rondos? Decididamente, no. No lo soy. Sólo soy una persona que vivió en Barcelona durante 17 años y que aprendió una o dos cosas en el club que durante una década maravilló al mundo con su juego.
Por eso, hoy me gustaría compartir con ustedes 5 elementos que creo necesario tener en cuenta a la hora de diseñar un rondo.
Ojo, no pretendo jerarquizar. Tampoco excluir otras ideas. En los rondos hay mucho más que estas 5 ideas que hoy comparto.
Por cierto, hablaré de los 4 jugadores en disposición del balón en un rondo 4x2 tradicional.
1. Distancias de relación.
¿Hacia dónde me muevo? ¿Cómo se modifica el entorno? ¿Qué podemos hacer todos juntos en este nuevo contexto que se ha configurado?
En ocasiones, el juego de posición recibe críticas en lo que respecta a un supuesto exceso de rigor o disciplina posicional. Estas personas acusan a esta forma de jugar de someter al jugador a una especie de "dictadura" según la cual sólo hay un lugar correcto en el que ubicarse en un momento determinado del juego. Algo así como un lugar "ideal".
Esto no es así. Sencillamente, este planteamiento es absurdo. No hay recetas. No hay UN lugar "correcto" en el que un jugador deba estar ubicado en casa episodio del juego. Sólo hay contextos y posibilidades. Tal vez podríamos decir que haya unos lugares más adecuados que otros en función de la situación y de las posibilidades de interacción de cada jugador. VARIOS LUGARES.
2. Orientación corporal.
Es posible estar en un lugar adecuado pero con un perfil no recomendable. El perfil da y quita posibilidades de interacción. Como todo.
Por eso es tan determinante. Como todo.
3. Dar significado al pase.
¿A qué pierna debemos dar el pase? ¿Con qué fuerza? ¿Qué necesita el compañero que recibe el pase? ¿Qué posibilidades se abren y se cierran ante el compañero que recibe el pase?
El pase es un mensaje. Queremos provocar cosas en los rivales. Pero también adaptamos el pase al contexto y las posibilidades del compañero.
Esto no es otra cosa que empatía.
¿Qué tan a menudo hablamos de empatía a nuestros jugadores?
4. Identificar trayectorias de los oponentes.
No es pasárnosla porque sí, indiferentes al contexto. Tampoco es pasar para sacarse un problema de encima (y dárselo a otro).
Hay que interactuar.
Hay que observar.
Hay que interpretar.
5. Reconocernos en el juego.
"Sentir lo que siente el compañero. Todos podemos, queremos y sabemos hacer esto y somos capaces de hacerlo esté quien esté enfrente". -Seirul.lo
Por eso son distancias DE RELACIÓN.
¡Hablamos de socioafectividad!
Me gusta la idea de hacer algún texto referente a esta cuestión. Seguramente lo haga pronto.
En resumen:
Orientación corporal
Distancias de relación
Dar significado al pase
Trayectorias oponentes
Reconocernos en el juego
“Yo no creo que existan actividades ‘aburridas’, per se. Lo que sí creo es que como entrenadores damos valor a unas cosas u otras en función de nuestros conocimientos, nuestras prioridades y nuestras limitaciones.”
En el juego pasan muchas cosas. El rondo puede ser representativo de ese juego. También puede NO SERLO.
El otro día un entrenador me comentaba en Twitter que, según él, el rondo 4 para 2 aburre al jugador. Es un argumento válido, aunque como casi todo argumento, dice más acerca de la persona que lo esgrime que del tema en cuestión en la medida en que todo lo que decimos está contaminado por nuestra subjetividad.
Yo no creo que existan actividades "aburridas", per se. Lo que sí creo es que como entrenadores damos valor a unas cosas u otras en función de nuestros conocimientos, nuestras prioridades y nuestras limitaciones.
Si yo propongo una actividad a mi equipo y no sé para qué la propongo, no sabré qué es lo que tengo que ver en esa actividad y, seguramente, no seré capaz de ayudar a que los jugadores descubran nuevas posibilidades de relación con el juego, con sus compañeros y consigo mismos gracias a esa actividad.
Por lo tanto, el problema no es de la actividad: es mío como entrenador.
En mi experiencia, los jugadores siempre agradecen cuando sienten que un entrenador los ha ayudado a ver cosas que antes no veían.
Un tema aparte es esto de las actividades "divertidas". A veces me cuesta entender a qué nos referimos cuando usamos ese término. Supongo que todo tiene que ver con el contexto en el que estamos inmersos. En fin... tal vez este sea otro tema para otro texto.
Lo que puedo compartir con ustedes de mis inicios con los rondos es que me costaba horrores saber qué había que ver de todo lo que estaba pasando ahí adentro. No lo tenía claro en mi cabeza y, como siempre digo, es imposible encontrar lo que no se sabe que se busca. Y entonces ¿qué hacía? Pues la fácil. HABLAR POR HABLAR:
"¡¡¡Ehhhhh!!! ¡¡¡Esos pases!!!".
O la clásica: "¡Vamos chicos! ¡¡INTENSIDAD!!".
Como era el entrenador, me sentía obligado a decir algo. Aunque fuesen palabras vacías de contenido.
En definitiva, bobadas.
Al final, como dice Juanma Lillo, en los rondos distinguimos a dos tipos de entrenadores: los que se enfocan en los de adentro para que salgan rápido y los que se enfocan en los de afuera para que no entren nunca.
Me despido. Espero no haberlos “aburrido” demasiado. De la misma manera que espero haber ayudado a que a partir de ahora para alguno de ustedes el rondo haya adquirido una nueva dimensión a partir de la cual se generan relaciones y experiencias significativas para sus jugadores.
Muchas gracias por estar.
Un abrazo,
Camilo
Increíble! Me encanta la manera en la que transmites aquello que vas aprendiendo. Muy útil y muy interesante! Gracias por compartirlo.
¡ BRUTAL¡ , Muchas gracias.